Washington presionó hace dos años a la Unión Europea para que aplicaran sanciones contra Rusia. El argumento para hacerlo fue, una vez más, falso. Ni Rusia invadió Ucrania, ni Crimea se anexionó por la fuerza. Dos años después se amplían las sanciones culpando a Rusia y a las Repúblicas Populares del este de Ucrania de no cumplir los acuerdos de Minsk. Hagamos un poco de memoria para poner en contexto las actuales circunstancias y desmontar las mentiras sobre las que se basan las sanciones económicas contra Rusia y la escalada militar de la OTAN en Europa:
EE.UU y la UE organizaron y apoyaron un golpe de Estado en Ucrania en 2014 dirigido por partidos políticos y grupos violentos y armados de ideología neonazi, hoy incrustados en el Estado y en el gobierno de Kiev [1]. Los ciudadanos de Crimea y Sebastopol no aceptaron el golpe neonazi del "Euromaidán", y temiendo ser víctimas de la represión de los neonazis instalados en Kiev debido a sus estrechos lazos culturales con Rusia (tal y como estaba ocurriendo ya en aquellos momentos con la población ruso-parlante en el resto de Ucrania), estos ciudadanos decidieron celebrar un referéndum que por una abrumadora mayoría del 96% aprobró la reintegración con su histórica "madre patria". Todo ello pacífica y democráticamente. Nadie desde Occidente ha podido a día de hoy demostrar lo contrario.
Existe desde el inicio del golpe de Estado en Ucrania un relato oficial difundido por los gobiernos y los grandes medios corporativos que denuncia el inicio de un imperialismo militar ruso que avanza hacia Europa a través de Ucrania. Se llegaron a utilizar imágenes falsas donde se podían ver tanques rusos penetrando, supuestamente, en territorio de Ucrania. Este miedo a la (inexistente) invasión rusa dio lugar, según este relato occidental, al origen de una "revolución popular" que buscaba alejarse de la dictadura rusa que les amenazaba, y acercarse a la democracia y la libertad que representa la Unión Europea: la llamada revolución del "Euromaidán" [2]. Sin embargo, a día de hoy, tampoco nadie desde Occidente ha podido verificar ni demostrar con imágenes reales o con pruebas contundentes esta versión de los hechos totalmente inventada, y que sirvió para justificar hace dos años el inicio de las sanciones económicas, financieras, comerciales y políticas contra Rusia.
¿Imperialismo ruso? Es evidente que Rusia, como cualquier otra potencia capitalista o Estado soberano, maneja su propia agenda internacional y se mueve en función de sus propios intereses económicos. Pero, a día de hoy, la realidad constatable muestra que no es Rusia sino EE.UU. quien mantiene 800 bases militares repartidas por todo el mundo, quien ha invadido y arrasado a 70 países (50 de ellos tras la Segunda Guerra Mundial) a lo largo de su historia, y quien actualmente tiene cercada militarmente a Rusia a través de la expansión de la OTAN en el este de Europa, saltándose por cierto todos los compromisos adquiridos por EE.UU. tras la caída de la Unión Soviética [3]. ¿Quién invade a quién? ¿Quién supone un verdadero peligro para la paz mundial?
Según el geógrafo canadiense Jules Dufour, “EEUU ha establecido su control sobre 191 gobiernos que son miembros de la ONU. La conquista, ocupación y supervisión de las diferentes regiones del mundo están apoyadas en una red de bases e instalaciones militares que cubre todo el planeta (continentes, océanos y espacio exterior). Todo esto pertenece al funcionamiento de un extenso imperio, cuyas dimensiones exactas no son siempre fácilmente reseñables. [4]
Recientemente el Consejo Europeo, siguiendo fielmente las órdenes de Washington, ha decidido continuar por ese camino y han decidido ampliar otros seis meses las sanciones contra la Federación de Rusia, hasta el 31 de enero de 2017. En este caso, para seguir justificando esta decisión suicida para la Unión Europea, se hace hincapié en que Rusia (y las repúblicas de Donetsk y Lugansk que según Washington están bajo su mandato) está incumpliendo los acuerdos de Minsk. De nuevo para justificar sus acciones se utilizan argumentos que no se sostienen con los datos en la mano. EE.UU y la UE saben de primera mano que el régimen ucraniano no ha cumplido con ninguno de los puntos más importantes de esos acuerdos firmados [5] en la capital bielorrusa, como el alto el fuego y la retirada de todas las unidades armadas y equipos militares extranjero de Ucrania, la reforma Constitucional que reconozca el estatus soberano de la regiones del Donbass, la celebración de elecciones locales, el fin de la represión así como indultos y amnistías para milicianos y ciudadanos del este, garantizar la ayuda humanitaria, la restauración de las relaciones socioeconómicas con Donbass para cumplir con el pago de pensiones, ayudas sociales, etc. Nada de esto se ha cumplido por parte del régimen ucraniano.
“Lavrov llamó la atención de [Kerry] al hecho de que la llegada de soldados de [EE.UU.] indica que Kiev ha violado sus compromisos de retirar todas las unidades extranjeras y equipos militares del territorio de Ucrania”, reza el comunicado lanzado al respecto por la Cancillería Rusa. Días antes, cerca de 300 paracaidistas estadounidenses de la 173ª brigada aerotransportada llegaron a la ciudad occidental de Ucrania de Yavoriv para la Operación Guardián Sin Miedo que tiene como objetivo entrenar a la Guardia Nacional de Ucrania. [Hispan TV, 23/4/2015]
Casi un año y medio después Ucrania sigue utilizando su artillería pesada para bombardear las regiones independientes del Donbass, aprovechando que las milicias populares habían retrocedido y reducido sus actividades siguiendo precisamente lo firmado en los acuerdos de Minsk [6]. Siguen muriendo civiles inocentes en el este de Ucrania a causa de los bombardeos del régimen ucraniano y la situación humanitaria sigue siendo grave en Donbass [7]. En algunas ocasiones las agencias de noticas y los medios corporativos occidentales recogen estos sucesos, aunque lo hacen de forma secundaria y sin darles la repercusión que se merecen, con la intención de mantener vivo su relato manipulado de los hechos desde el inicio donde Rusia (y los "pro-rusos") es presentada como la potencia invasora y una amenaza para la paz en Europa.
Al menos cinco civiles, entre ellos una mujer embarazada, murieron y otros ocho resultaron heridos hoy en un ataque de las fuerzas ucranianas contra un puesto de control de la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD), en el este de Ucrania, denunció la jefatura de las milicias prorrusas. [agencia EFE, 27 de abril de 2016]
EE.UU. continúa utilizando al fascismo en Ucrania como método para mantener la tensión y así justificar la escalada militar contra Rusia, tal y como ha hecho a lo largo de la historia en diferentes puntos del planeta [8]. Es Ucrania quien sabotea los acuerdos de Minsk [9]. Ni el régimen de Kiev ni el de Washington pretenden rebajar la tensión en la zona, puesto que el escenario de una región en paz en el este de Ucrania no sería útil a sus intereses geopolíticos, enfocados en aislar a Rusia romper sus vínculos con Europa. Al igual que ocurre en Oriente Medio y norte de África, EE.UU pretende eternizar los problemas y la desestabilización para justificar así su presencia militar y su intervención en esos países. Todo ello, como siempre, con la complicidad y la participación criminal de la Unión Europea y el resto de la OTAN.
Lo paradójico del asunto de las sanciones económicas es que con los datos en la mano dichas sanciones están perjudicando más a Europa que a Rusia o que al propio EE.UU. [10]. El resultado de estas sanciones para Europa son un mayor agravamiento de su crisis particular y una mayor dependencia de la UE hacia EE.UU, que es precisamente lo que Washington pretende conseguir. No olvidemos que EE.UU y la UE tienen pendiente de aprobar un gigantesco Tratado de Libre Comercio entre ambos bloques atlánticos. Por su parte la Federación de Rusia también ha impuesto sanciones a la UE vetando las importaciones de muchos de sus productos, sobre todo en el sector primario. Además Rusia, debido a las sanciones que sufre, se ha visto obligada a fortalecer sus sectores productivos y a diversificar su economía y sus relaciones comerciales, principalmente hacia Asia y también América Latina, lo cual beneficiará económicamente a Rusia a medio y largo plazo.
Los gobiernos neoliberales europeos, atados y sometidos históricamente a Washington, son al mismo tiempo conscientes del peligro que supone enfrentarse a una potencia energética, económica, nuclear, militar, política y diplomática como Rusia, de ahí que algunos gobernantes (como Hollande, que ha dicho a su llegada a la cumbre de la OTAN en Varsovia, que "Rusia no es un enemigo ni una amenaza") estén aplicando un doble discurso y que algunos países se opongan a las sanciones (Chipre se ha negado a seguir aplicando sanciones contra Rusia). En este sentido hay que señalar que Rusia y Alemania continúan adelante, a pesar de las enormes trabas impuestas por Washington y algunos países europeos, con la construcción del gasoducto North Stream 2, que llevará el gas ruso directamente desde Víborg (Rusia) hasta Greifswald (Alemania) a través del mar Báltico evitando así su paso por Ucrania, lo que supondrá un nuevo varapalo geoestratégico para EE.UU. en su intento de aislar a Rusia y romper sus vínculos con Europa.
Rusia es el eje fundamental junto a China del bloque de los BRICS y de la Organización para la Cooperación de Shanghái (la OCS, una organización militar, política y económica a la que se acaban de incorporar nada menos que India y Pakistán), así como de otros muchos organismos financieros, económicos y políticos que pretenden arrebatar la histórica hegemonía mundial a EE.UU. Organismos como por ejemplo el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) que busca desplazar al Banco Mundial y al FMI, dominados por Washington, y del que ya forman parte países europeos como Alemania, Francia, Italia, España o Reino Unido. La puesta en funcionamiento de este organismo financiero fue calificada en abril de 2015 por Larry Summers, ex secretario del Departamento del Tesoro de EE.UU. durante el gobierno de Clinton, como uno de los episodios más dramáticos para la hegemonía norteamericana:
“El mes pasado puede ser recordado como el momento en que Estados Unidos perdió su papel como garante del sistema económico mundial”. [11]
Una vez más hay que resaltar que es ésta pérdida de la hegemonía mundial que se está desarrollando a pasos agigantados - un hecho que nadie niega salvo los fundamentalistas de la globalización capitalista y del imperialismo yanqui - lo que explica la intervención directa o indirecta (a través de grupos terroristas y de mercenarios) de EE.UU-OTAN en acontecimientos como la guerra de invasión contra Libia y más tarde contra Siria, los golpes de estado (golpes suaves) en Ucrania y más recientemente en Brasil, la sanciones y la guerra económica contra Rusia y Venezuela... o la escalada militar de EE.UU. en Europa del este y en Asia oriental.
La reciente cumbre de la OTAN (el brazo armado del poder económico occidental) celebrada en Varsovia el pasado 8 y 9 de julio no ha dejado lugar a dudas: "es el mayor refuerzo de la defensa colectiva de la OTAN desde la Guerra Fría", según lo definió su Secretario General Jens Stoltenberg. Toda una declaración de intenciones que evidencia que EE.UU y la OTAN utilizarán la fuerza y la guerra contra aquellos países (Rusia-China, principalmente, así como sus aliados) que están planteando la construcción de un Nuevo Orden Mundial multipolar basado en otros principios diferentes a los actuales desafiando la hegemonía de Washington. La amenaza de la OTAN es clara y sus destinatarios también [12].
España ha tenido un papel muy destacado en esta cumbre y en la escalada militar que EE.UU. está implementando contra Rusia en Europa. El Pentágono ha revelado que pretende convertir su base militar de Rota (Cádiz), donde EE.UU. ya tiene desplegado su escudo antimisiles, en uno de sus tres principales recintos militares en todo el mundo. En un documento llamado "Global in route strategy" el Pentágono pide elevar la categoría de la base española del nivel Tier II al nivel Tier I, el máximo posible dentro de su clasificación. Por otro lado, el presidente en funciones de España, Mariano Rajoy, afirmó durante su intervención en la cumbre de la OTAN celebrada en Varsovia, que España "apoya decididamente la nueva presencia avanzada en el flanco oriental" y que espera que "pronto podamos anunciar una contribución española". También añadió que España está incrementando el gasto y la inversión militar, tal y como EE.UU. está exigiendo a sus aliados de la OTAN [información de Hispan TV, 8/7/2016].
Y todo esto, queridos lectores, estas decisiones de gran calado para el país, son tomadas por un gobierno y un presidente en funciones, sin que antes se haya producido un debate en el Congreso de los Diputados, sin que exista siquiera un debate en los grandes medios de comunicación, y sin que los ciudadanos españoles se enteren de nada de lo que está ocurriendo y de las implicaciones que esto conlleva. Absolutamente nada.
“Rota puede ser el ancla de la ruta por el Atlántico central. Proponemos que su estatus sea elevado a Tier I porque, entre otros motivos, prevemos un aumento de las operaciones de movilidad destinadas a África”, recomienda el Pentágono. [agencia Sputnik, 6/7/2016]
Parece claro que los propietarios de las grandes corporaciones financieras e industriales occidentales, que son quienes dirigen realmente a los gobiernos títeres de la OTAN, a los organismos internacionales y a los medios corporativos de su propiedad, están dispuestos a seguir haciendo negocio sobre los cadáveres de miles de personas y la reconstrucción de cientos de ciudades y pueblos destruidos por ellos mismos. El negocio de la guerra, la "ayuda humanitaria", la reconstrucción, la Deuda Pública impuesta sobre los países arrasados... parecen ser muy rentables.
En resumen, las sanciones contra Rusia se basan en mentiras y falsedades, y sólo perjudican a una Unión Europea en crisis permanente que sigue fielmente las órdenes de un imperio en decadencia que conduce premeditadamente a Europa hacia el abismo para no perder su histórico dominio sobre el continente.
REFERENCIAS - NOTAS
[1] En el núcleo del poder,- SLAVYANGRAD.es (10/7/2016)
[2] Ucrania: más violencia interna, más injerencia extranjera, y más manipulación mediática,- El Mirador Global, 24 de enero de 2014.
[3] "Rusia tiene razón": Cómo EE.UU. incumplió lo prometido a Moscú y cómo resucitar la relación,- la página web del canal RT recoge un artículo del analista Joshua R. Itzkowitz Shifrinson publicado en Los Ángeles Times el pasado 30 de mayo de 2016.
[4] US has invaded 70 nations,- artículo del profesor Gideon Polya, MWC News (5/7/2013). Se puede leer traducido al español por Javier Villate en la web Disenso
[5] Conjunto de medidas para la aplicación de los Acuerdos de Minsk,- información publicada en Red Voltaire, 12/2/2015.
[6] Donetsk y Lugansk finalizan retirada de armas pesadas,- información publicada en la página web de TeleSur (1/3/2015)
[7] Junio, el peor mes desde agosto de 2015,- SLAVYANGRAD.es (9/7/2016)
[8] Siete regímenes fascistas apoyados con entusiasmo por EE.UU.,- pagina web de RT en español, actualidad.rt.com (13/2/2015)
[9] Ucrania sabotea los acuerdos de Minsk,- información del periodista Jorge Petinaud Martínez para Prensa Latina, publicada por la web Contralínea el 11 de marzo de 2016.
[10] Sanciones antirrusas: efecto bumerán,- programa El Zoom, presentado por el periodista Javier Rodríguez Carrasco, dedicado en esta ocasión a las sanciones contra Rusia. Además de presentarnos los datos y analizar la actual situación, el programa cuenta con las intervenciones del eurodiputado Javier Couso y del profesor Michel Chossudovsky. (RT en español, 6 de julio de 2016)
[11] Cumbre del BAII: China golpea la mesa del orden financiero mundial,- artículo del economista Ariel Noyola Rodríguez, RT (7/7/2016)
[12] NATO Summit Warsaw: Europe's Soldiers Held Hostage,- artículo del investigador y analista político Phil Butler, New Eastern Outlook (12/7/2016)
Suscribo cuanto se expone en este, a mi juicio, acertado análisis.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Loam, me alegra que coincidamos. Un saludo.
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