La maquinaria de propaganda puesta en marcha por los gobiernos de la OTAN y el poder económico occidental contra el legítimo gobierno y el pueblo de Siria, es tan gigantesca y permanente que resulta imposible seguir toda su actividad y sus acciones diariamente. Necesitaríamos las 24 horas del día para investigarlos y denunciarlos. Sin embargo sí podemos identificar un mismo patrón que coincide en todos y cada uno de los casos analizados y de los intervinientes en esta campaña integral de propaganda mediática, política o incluso cultural. Todos estos agentes de facto de propaganda de guerra contra Siria, ya se definan éstos como periodistas o como "activistas por los Derechos Humanos" o cualquier otra causa, se parapetan detrás de centenares de "organizaciones no gubernamentales" (ONG) o "sin ánimo de lucro" que, lejos de ser "independientes" e "imparciales", reciben la financiación y el apoyo de los gobiernos occidentales y las grandes corporaciones a través de sus múltiples fundaciones, agencias y organismos de todo tipo, tanto públicos como privados.
En anteriores artículos hablé de cómo esta realidad se repite con todos aquellos medios de comunicación [1] y ONGs (independientemente de su tamaño) cuyo discurso sigue al pie de la letra la narrativa de la OTAN en contra del "régimen de Al Assad", tratando de justificar basándose en mentiras una "intervención humanitaria" en Siria, al estilo de Libia en 2011. Veamos, de nuevo, otro ejemplo de los muchos que se pueden encontrar a diario:
El pasado lunes 3 de octubre se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid un acto que, supuestamente, pretendía "visibilizar y valorar el papel de la mujer en los campos de refugiados sirios, así como en el propio conflicto", según redactaba la agencia Europa Press. Las protagonistas principales de este "acto solidario" fueron Reem Al-Haswani (de la "ONG" Sonrisas y Aceitunas), Oula Ramadan (Badael) y Leila Nachawati (Syria Untold) [2], presentadas como "tres refugiadas sirias que colaboran con distintas ONGs". En realidad son tres asalariadas de los gobiernos y corporaciones occidentales bien pagadas en dólares-euros para manipular a la opinión pública y convencerla de la necesidad de un "cambio de régimen en Siria". Este acto estaba organizado por la Fundación Esperanza Pertusa, creada y dirigida por una familia de ricos empresarios españoles con intereses y planes expansionistas en Oriente Medio. El acto también contaba con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, cuya alcaldesa "progresista" Manuela Carmena (Podemos) también participó en el acto, dando así apoyo y cobertura política a quienes en el fondo de su discurso "humanitario" están apoyando al terrorismo yihadista y al imperialismo occidental que está detrás de las "primaveras árabes" [3] que defienden todos los intervinientes.
Este acto no es en absoluto extraordinario. Como decía, estos actos de propaganda "humanitaria" y "solidaria" financiados por instituciones públicas y grandes corporaciones occidentales se organizan de forma masiva y constante para movilizar a la sociedad en la dirección conveniente a sus intereses y para mantener la atención y la tensión mediática focalizada en Siria. Quienes organizan y participan en estos actos mantienen intereses mercantiles y económicos, incluso ideológicos o religiosos, con sus patrocinadores. Los periodistas corporativos nos los presentan como "activistas por los Derechos Humanos" cuya información es "imparcial" e independiente", pero su sesgo y parcialidad está fuera de toda duda.
Meses antes de celebrarse este acto en Madrid, en abril de este año, por poner sólo un ejemplo, Oula Ramadan (cuya "ONG" Badael recibe financiación de EE.UU. y de la Comisión Europea, entre otros, a través de organizaciones como CIVICUS o Geneva Institute for Human Rigths) participó en otro acto similar en Washington sobre "el papel de las mujeres sirias en la sociedad civil y la política", junto a otra "activista" del poder económico occidental, Salma Kahale, directora de la ONG Dawlaty financiada también por los gobiernos occidentales [4]. El acto fue organizado por el Middle East Institute, un think tank financiado por empresas como Coca-Cola, Conoco Phillips, Chevron, Exxon Mobile, Shell, DC Capital Partners, Microsoft,... o el Consejo de Relaciones Comerciales y Negocios entre EE.UU. y los Emiratos Árabes Unidos (U.S-U.A.E. Council Business). Lógicamente quienes patrocinan este tipo de actos saben perfectamente a quiénes están financiando, saben lo que piensan los intervinientes, conocen lo que escriben estos activistas y periodistas, y les pagan precisamente para que lo sigan haciendo. De "imparcialidad" y "objetividad" no hay ni rastro.
Como decía al inicio, la campaña de propaganda de guerra contra Siria es permanente y transversal desde 2011 y recorre todos los países occidentales tratando de adoctrinar a sus ciudadanos para que acepten y apoyen una "intervención humanitaria" en Siria. En las últimas semanas esta campaña se ha intensificado notablemente debido a que el último bastión de los terroristas salafistas que invaden Siria, el este de Alepo, está a punto de ser recuperado por el gobierno sirio y sus aliados de Rusia, Irán, Irak y las milicias de Hezbolá, principalmente. Es esta inminente derrota de sus "escuadrones de la muerte" lo que ha llevado a EE.UU. a romper la "tregua-trampa" que firmó con Rusia bombardeando al Ejército Árabe Sirio en Deir Ezzor el pasado 17 de septiembre [5], rompiendo así todos los acuerdos a los que previamente se había comprometido. Esta situación de derrota de los terroristas sobre el terreno es la que explica la desesperación de Occidente y la urgencia de EE.UU., Reino Unido y Francia por imponer a través del Consejo de Seguridad de la ONU una "zona de exclusión aérea" sobre Alepo, tratando de repetir así el libreto que aplicaron contra la Libia de Gadafi a la que bombardearon cruelmente tras una interpretación manipulada de la Resolución 1973 aprobada en marzo de 2011. El veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad está impidiendo que ahora se repita la misma barbarie en Siria, evitando así que Occidente brinde protección aérea a sus grupos terroristas que se atrincheran en el este de Alepo usando a 250.000 civiles como escudos humanos.
Este contexto explica el incremento de la tensión política, diplomática y mediática de los últimos días respecto a Siria y más concretamente respecto a Alepo, lo que ha llevado a Putin a suspender su visita a Francia prevista para el 19 de octubre. Alepo representa la "última oportunidad" para que los terroristas patrocinados por la OTAN no pierdan la guerra de invasión contra Siria que iniciaron en 2011 bajo el eufemismo de "primavera árabe". Y este aumento de la propaganda política y mediática en contra de Siria y a favor de los terroristas salafistas, explica también el porqué de la aparición repentina de múltiples campañas "humanitarias" como la iniciada recientemente por la organización Avaaz llamada ¡Protejan ya a los niños y niñas de Alepo!, en cuya exposición de los hechos no dejan lugar a dudas de que apoyan a los terroristas y de cuál es su único objetivo: un cambio de régimen al estilo Occidental en Siria. La cuestión "humanitaria" es sólo una herramienta para lograrlo, pura propaganda de guerra.
"100 niños y niñas han muerto en Alepo en los últimos días. (...). Vamos a crear un llamamiento mundial atronador para pedirle a Obama y a otros dirigentes que le planten cara al terror de Putin y Assad. Puede que sea la mejor y la última oportunidad que tengamos de acabar con el asesinato en masa de niños y niñas indefensos. Suma tu nombre (...)".
Avaaz lleva pidiendo una "zona de exclusión aérea" en Siria desde 2011, como antes pidió para Libia con el desastroso resultado que todos podemos comprobar hoy en día [6]. Nadie ha pedido perdón por la catástrofe que ha supuesto la invasión de Libia, nadie ha rectificado, lo cuál demuestra una vez más que la OTAN no busca llevar la "democracia occidental" a esos países ni defender a la población civil. "Bombardeos humanitarios" por el bien de la población, parece ser la lógica aplicada.
Actualmente en el este de Alepo - según esta corrupta y criminal organización [7] y los grandes medios corporativos - no existen terroristas sino "rebeldes moderados" que luchan por la democracia y la libertad. Las víctimas civiles sólo se producen en un sólo bando; las víctimas provocadas por los terroristas en el oeste de Alepo, bajo el control del gobierno sirio, no existen para las ONGs y los grandes medios corporativos. Y en cualquier caso tienen siempre un único culpable: "el régimen de Al Assad" y sus aliados rusos que, parece ser, deberían rendirse ante los terroristas que invaden el país. En realidad los dirigentes de Avaaz, como el resto de activistas y ONGs pagadas por Occidente (como el famoso Observatorio Sirio para los Derechos Humanos [8] o los "héroes" de los Cascos Blancos [9]) sólo están cumpliendo con su trabajo. Están repitiendo el guion y siguiendo las órdenes de aquellos que les financian. El imperialismo anglosajón representado por George Soros les paga para que hagan precisamente eso: mentir y manipular a la opinión pública mundial [10].
Fundaciones de grandes empresarios, políticos "progresistas", activistas por los DD.HH., y la prensa corporativa ejerciendo como altavoz de sus mensajes envenenados. El cóctel perfecto para remover nuestros sentimientos y manipular nuestras mentes. Son los autores intelectuales de las guerras económicas ejecutadas por la OTAN. A miles de kilómetros de ellos, sus admirados "rebeldes moderados" son los autores materiales de la barbarie. Los terroristas salafistas, como los que se atrincheran cobardemente en el este de Alepo, ejecutan sobre el terreno la otra parte del proyecto imperialista occidental para Siria y todo Oriente Medio (el Medio Oriente Ampliado [11]). Pero, de todo esto, no escucharán ustedes ni una sola palabra en los grandes medios occidentales.
REFERENCIAS - NOTAS
[1] La Cadena SER y los moderados terroristas en Siria: otro ejemplo de propaganda de guerra de la OTAN,- El Mirador Global, 28/2/2016
[2] Medios independientes y periodistas freelance financiados por gobiernos y grandes corporaciones ¿dónde queda su independencia? El Mirador Global, 28/9/2016
[3] El origen de la Primavera Árabe,- artículo del investigador y escritor Mikel Itulain (¿Es Posible la Paz? 4/6/2015)
[4] Syrian Civil Society Calls to hear their Voices,- artículo publicado en la web de la European Endowment for Democracy (EED), la "hermana" europea de la NED estadounidense (25/4/2015)
[5] EE.UU.: ¿atacar a Siria es “oposición moderada”?,- artículo del analista Carlos Santa María (RT, 20/9/2016)
[6] Resumen Latinoamericano entrevista al dirigente libio Mustafa Zaidi. “Los invasores han convertido a Libia en un Estado catastrófico” ,- Mustafá Zaidi es Secretario General del Libyan Popular National Movement (Resumen Latinoamericano, 26/9/2016)
[7] The Purpose of Avaaz: Crimes Against Humanity,- artículo de Jay Taber (The Wrong Kind of Green, 21/12/2015)
[8] Propaganda sin fin: 'Observatorio Sirio para los Derechos Humanos' está financiado por los gobiernos de EEUU y del Reino Unido,- artículo de Beau Christensen (SOTT, 26/9/2016)
[9] Syria’s White Helmets: War by Way of Deception – Part I,- un informe de Vanessa Beeley (21st Century Wire, 23/10/2015)
[10] SYRIA: Avaaz, Purpose & the Art of Selling Hate for Empire,- un extenso informe sobre los orígenes de Avaaz publicado por la periodista de investigación canadiense Cory Morningstar (The Art of Annihilation, 17/9/2014)
[11] Los proyectos de reorganización del «Medio Oriente ampliado»,- artículo y vídeo del periodista y analista geopolítico francés Thierry Meyssan (Red Voltaire, 2/7/2015)
"Necesitaríamos las 24 horas del día para investigarlos y denunciarlos". Así es. Y un nutrido personal dotado de los medios necesarios. Pero la proporción, tanto humana como material, es de 1 a 1 millón. Da rabia, mucha rabia e impotencia, ver como nos restriegan, cotidianamente y sin el más mínimo pudor, sus obscenas patrañas.
ResponderEliminarSalud
"Rabia" e "impotencia", ciertamente, es lo que siento yo también a diario. Es una guerra mediática muy desproporcionada. Y en las opiniones de las personas que nos encontramos en la calle cotidianamente se refleja la eficacia de tanta propaganda. La gente común repite el discurso dominante en forma de eslogan, como un dogma religioso, convencidos de que conocen la realidad, y de que lo que sale en los medios es la verdad absoluta.
EliminarUn saludo.