Por lo tanto en este caso no estamos ante un gobierno "revolucionario" o ""marxista" que no quiera o no pueda pagar la deuda. Una deuda, por cierto, adquirida en los años 90 por gobiernos neoliberales títeres de EE.UU y en un contexto de expolio público y corrupción generalizado. Tampoco estamos ante un país en quiebra o cuya economía sea insostenible, como perversamente dejan entrever algunos "periodistas" y "analistas" o "expertos" del régimen español y de los grandes medios internacionales. De hecho, aunque a corto plazo haya quedado descartado, es posible que Argentina sea en un futuro próximo un nuevo miembro del
BRICS. Y esto lo saben EE.UU, los "fondos buitres", el juez Thomas Griesa, las agencias de calificación y los medios de manipulación de masas. Por eso también Argentina está en su punto de mira. Hay un contexto geopolítico internacional en el que Argentina y los países vecinos favorables a la integración de la región y a un nuevo orden mundial son considerados enemigos a batir por EE.UU y sus gobiernos títeres.
No existe un
default. Argentina quiere pagar, tiene solvencia para hacerlo pero no le dejan porque le exigen que se someta a las exigencias del capital financiero. Y aquí está la cuestión principal: Estamos asistiendo a un conflicto que transciende el ámbito interno de la república Argentina. Incluso trasciende el ámbito económico. No es un problema de economía sino de ideología, de hegemonía, de soberanía. Este es un conflicto entre un Estado soberano y una élite financiera que pretende saquearlo sin importarle las consecuencias sociales que se produzcan. Un conflicto entre un gobierno que pretende hacer valer su legitimidad democrática para adoptar decisiones pensando en el interés general de su país frente a una oligarquía financiera corrupta que actúan por encima de los Estados, que carecen de cualquier control público o político y de legitimidad democrática alguna, y que sólo actúan pensando en sus intereses particulares en contra de la mayoría de la población.
Los abogados de NML Elliott, propiedad del multimillonario Paul Singer, quieren que la Justicia de Estados Unidos autorice a avanzar con embargos contra la Argentina en todo el territorio de Estados Unidos y los activos energéticos argentinos son el primer objetivo. (...) La escena de lo que está ocurriendo hoy con los fondos buitre, Vaca Muerta y la soberanía nacional se completa con el largo listado de las grandes petroleras extranjeras que hacen fila para desembarcar en la cuenca neuquina en busca de petróleo y gas, como lo está haciendo ahora Chevron. Las grandes petroleras mundiales, como Exxon, Total, Shell, entre otras, vienen con la promesa y garantías de argentina de firmar el mismo tipo de contrato que con Chevron. Y la historia pareciera que se repite en cada contrato. [Fondos buitre, Vaca Muerta y soberanía nacional,- de José Rigane]
Este no es un problema interno de un gobierno concreto. Afecta y debe implicar a todos los gobiernos y personas que no estén dispuestos a arrodillarse ante los "mercados financieros" y a mirar para otro lado mientras una élite financiera que tiene cooptado al poder político y mediático occidental expolian los recursos que legítimamente pertenecen al pueblo trabajador, ya sea en Europa, Latinoamérica, Oriente Medio, África, Asia y en cualquier rincón del mundo. Ponerse del lado de Argentina en este caso, al igual que cuando nacionalizó la filial petrolera de Repsol YPF, no significa que se avalen todas las políticas internas del gobierno de Cristina Fernández o su modelo económico. Este sería otro análisis distinto. Apoyar al gobierno argentino en este caso significa que se está del lado de quien hace frente aunque sea por un momento a la dictadura del capital financiero y al orden económico mundial establecido y busca nuevas formas de funcionamiento y control internacional donde se respete la soberanía de los Estados y se fomente la cooperación entre los pueblos.
Este es un pulso a nivel mundial entre aquellos globalizadores neoliberales que necesitan erradicar las democracias para hacer negocios libremente, y aquellos otros gobiernos y sociedades que con sus defectos y dificultades pretenden caminar cada día hacia la construcción de la verdadera soberanía popular.
[Discurso de la presidenta argentina Cristina Fernández, jueves 31 de julio 2014]
Este asunto de la deuda Argentina, como también ocurrió en el caso de Ecuador anteriormente o lo que ocurre con gobiernos como el de Venezuela o Bolivia entre otros muchos países, deberían ser estudiados con detenimiento por la izquierda española y los movimientos sociales que se están organizando buscando una alternativa política y de gobierno al neoliberalismo. Puesto que una de sus propuestas más importantes es precisamente negarse al pago de la deuda ilegítima ya sea en su totalidad o de forma parcial. Debemos saber que si algún día en España alcanza el poder político un gobierno de izquierdas soberano que no se someta a la dictadura de la Troika y el capital financiero internacional, recibirá los mismos ataques políticos, mediáticos, judiciales y económicos que sufren los gobiernos pos-neoliberales latinoamericanos. Incluyendo los "golpes suaves", la "guerra de 4º generación", la "guerra económica" o una "primavera española". En España también lo sufriríamos.
Y es que en España a día de hoy están presentes los mismos
fondos buitres y demás especuladores que están actuando contra la república Argentina. España también está entre las garras de estos "buitres" que acabarán devorándola hasta dejarla en los huesos. Los gobiernos neoliberales del régimen español están vendiendo el país y empobreciendo a sus clases trabajadoras para traspasar nuestros recursos colectivos a los bolsillos de los terroristas financieros que especulan con la miseria de los más humildes.
El fondo buitre NML Capital, que junto a otros tiene a Argentina al borde de la suspensión de pagos, ya está devorando carroña en el mercado español. Elliott Management, fondo oportunista del multiespeculador estadounidense Paul Singer, ya se ha echado en el bolsillo 1.000 millones de euros en créditos fallidos de Bankia y 300 millones de euros del Banco Santander. Se estima que por ambas carteras ha pagado apenas 50 millones (...) Los compradores de las tres carteras fueron el buitre Cerberus –a quien asesora el hijo del expresidente del Gobierno, José María Aznar Jr.–, Elliott y la empresa de recobros noruega Lindorff. (...) Pocos meses después, trascendía que Elliott compraba la firma de recuperación de deudas doméstica Gesif para convertirla en su base de operaciones en el mercado español. Su directora general era Melania Sebastián, exresponsable de Gestión de Información de Banca Comercial de Caja Madrid, quien seguiría en la usurera Gesif. Nótese cómo una exdirectiva de Caja Madrid hace de intermediaria entre la ya nacionalizada Bankia y el fondo buitre Elliott. (...) [artículo de Jérome Duval y Fatima Fafatale: Los fondos buitre que acosan a Argentina también van a por ti]
En este caso de los
fondos buitres contra la república Argentina se puede comprobar de nuevo cómo las leyes internacionales y los organismos e instituciones "públicas" occidentales protegen los intereses privados de las oligarquías financieras y empresariales antes que la soberanía de los Estados y el interés de las mayorías sociales. En las democracias burguesas occidentales los gobiernos títeres del capital supeditan el interés general a los intereses particulares de sus patrocinadores y financistas. Bajo el actual orden mundial con epicentro en Washington los intereses de las grandes corporaciones financieras y empresariales están por encima de la democracia y de la vida de los seres humanos. Sólo hay que mirar a Ucrania o a Palestina para darse cuenta de que necesitamos en todos los ámbitos otro orden mundial más multipolar, más justo, más igualitario y más humano. La esperanza es que ese orden mundial ya está en marcha y parece imparable.

¿Quién es Paul Singer? La trayectoria de este terrorista financiero merecería un capítulo aparte. Para conocerle un poco mejor extraigo algunos datos de varias fuentes que cito más abajo:
NML Capital es una filial del fondo de inversión Elliott Management Corporation registrado en el paraíso fiscal de las Islas Caimán. Es el imperio del millonario defensor del Partido Republicano estadounidense y cercano al Tea Party, Paul Singer. Ha financiado las campañas de varios políticos estadounidenses, como George W. Bush en 2004, Mitt Romney en 2012 o la del alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani. Es uno de los principales financiadores del Partido Republicano, un militarista e imperialista que juega un papel importante en la política exterior de EE.UU. Es también el mayor financiador privado de la Policía de Nueva York, así como de varias organizaciones y centros de estudios que ejercen de lobby a favor del libre mercado y los intereses económicos del capital financiero. Para hacernos una idea del poder de estos buitres, NML llegó incluso a embargar la Fragata Libertad argentina en Ghana en octubre de 2012 [
Los fondos buitres que acosan Argentina también van a por ti]
Es un sionista que formó parte de la Junta Directiva del Instituto Judío de Asuntos de Seguridad Nacional, un grupo que, en un informe de marzo de 2013, instó al gobierno de Barak Obama a endurecer su política en Medio Oriente. Ese Instituto proponía por ejemplo que "todas las estrategias, como el compromiso, las sanciones, las operaciones encubiertas, el cambio de régimen y la amenaza creíble de ataque militar deben implementarse simultáneamente" (...) "Pasar a la acción militar, y rechazar todas las demás opciones que no constituyen guerra". [Agencia oficial de noticias de Argentina
TÉLAM]
El propietario del fondo buitre NML Elliott aportó más de 5 millones de dólares a dos organizaciones encargadas de hacer lobby en contra de que se alcance un acuerdo de paz entre Irán y las potencias de Occidente.
Entre 2007 y 2010, el gobierno argentino tuvo que cancelar varios vuelos de su avión oficial a EE UU y a Alemania para que no fuera embargado por este fondo. La estrategia de Singer de comprar deuda cuando su precio está hundido para después reclamar un beneficio mayor no es nueva y le ha valido a su firma el calificativo de
fondo buitre. En los años 90 consiguió, mediante fallos judiciales, cobrar 43 millones de euros en deuda de Perú que había adquirido por 8 millones, y otros 67 millones en pasivo de Congo que había comprado por 15 millones. [
El buitre Paul Singer, el enemigo feroz de Cristina Fernández]